jueves, marzo 10, 2011

Y si Dios no......

En mis intentos diarios siempre pienso que Dios tiene planes para cada uno de nosotros, y que las cosas se dan según su parecer. En ese sentido siempre recuerdo la historia de Judas Iscariote, y ello me pone a dudar. Han habido muchas versiones de cómo fueron los hechos, pero aquello en lo que todos coinciden es que él traicionó a Jesús. Luego de esto Judas no pudo con la carga y se ahorcó. Con una teoría o con otra, con fe o sin fe, sin su "injusta" acción no habríamos tenido un redentor como lo pinta la historia, y aquí viene mi inquietud...

Todos tenemos una vida, la cual ha sido buena, mala, peor, horrible, magnánima, milagrosa... en fin, cualquier adjetivo que le queramos poner está bien, y además según lo que nos enseñan desde pequeños cumplimos un plan dispuesto para que seamos felices, logremos la salvación, superemos la prueba, obtengamos dharma, en fin, otra cantidad de justificaciones. Mi pregunta es: ¿y si mi plan fuera como el dispuesto para Judas?, ¿y si mi plan implicara un sacrificio mayor que el del propio Jesús? No creo que Judas haya imaginado EN SU VIDA que iba a contribuir con la mismísima muerte del cordero, aquél redentor que durante siglos esperaron los hebreos. ¿Qué sería de mí si el plan que Dios tiene para mi implica algo como esto? No sé qué pensar.

No pretendo desmerecer la teología asociada al caso, sólo planteo una hipótesis más humana, comprensible a nuestra lógica científica, factible. El hecho de pensarlo me causa conmoción. Osea, ¿quien es mi salvador según el credo católico es mi verdugo personal?, y además, ¿voy a contribuir con la salvación de la humanidad a costa de que toda esta me odie por siempre y para siempre?, ya pasé de la conmoción al "whathefuckeo", el paroxismo del asunto...

Hay varias cosas, una es que también nos han enseñado que el sufrimiento es un camino para redimir la culpa, o soportar la prueba, y es algo fehaciente, genuino que podemos entregarle a Dios, o la deidad en que creamos. Los budistas hablan del Karma, entendido como ese conjunto de pruebas o cosas malas que en la vida terrena vives producto de malas acciones del pasado inmediato, o bien, de otras vidas pasadas. En el credo católico, el sufrimiento también cumple con esta función liberadora, expiatoria, o como un mecanismo para poner a prueba nuestra fe, entendida como aquella virtud consistente en dar por cierto algo que a la luz de la comprensión humana es imposible, ej. la transubstanciación del pan y vino eucarístico en cuerpo y sangre de Jesús, como memorial de su sacrificio en el Gólgota. Inclusive, es tan así que los estigmas corporales que tiene mucha gente se consideran "regalos, dones" de Dios para con sus más fieles.

El caso es que hay formas de formas para cumplir la misión encomendada, y parece que la predilecta es dar tu vida al servicio de gente que, quizás no la merece. Tal vez los católicos acérrimos que lean esto me estarán condenando, aduciendo que "pobre, su fe no tan sólida", o espetando cosas como "este muchacho no conoce de nada, es un hipócrita", o quien sabe qué mas... (no me importa), pero lo cierto es que me parece que Judas fue alguien vital para que se pudiera decir la frase, "todo está consumado". Lo que no me gusta del asunto es que a él le tocó hacer el trabajo sucio.

Hace poco me dijeron que Jesús esperaba que Judas al salir de la última cena cambiara su parecer. Me pareció convincente el argumento, puesto que Dios nos conoce, y quizás sabía que Judas, tentado, ignoraba qué estaba haciendo. Al final interviene la acción humana, ese albedrío.

Volviendo a las líneas iniciales, y partiendo de la creencia en una vida después de la muerte, ¿será Judas feliz?, lo ¿seré yo si tuviese que traicionar al Redentor?, ¿se habrá cumplido el proyecto de Dios?, ¿tendré que morir, dar todo para que se cumpla la obra?.

Ahora siento una conexión con las emociones del Nazareno en aquél huerto, aquella nefasta noche...

* whathefuckeo: jerga venezolana del inglés "what the fuck!"




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